sábado, 4 de octubre de 2014

Regularizar no es ...



A veces se hace necesario que nuestros hijos reciban un apoyo extra para ponerse al día, especialmente en materias como matemáticas, física o química. Materias que, por otra parte, suelen tener la dificultad añadida de que si te quedas rezagado en unos pocos temas, se hace más cuesta arriba el camino y aumenta, día a día, la probabilidad de que nuestro hijo se quede desenganchado definitivamente del tren de esa materia en concreto. 

Por eso es muy importante que, a la hora de buscar quién impartirá esas clases extras, tengamos en cuenta los siguientes aspectos:

  • Que sea un profesional de la enseñanza y no un simple estudiante de cursos superiores. Conocer una asignatura bien no implica que se sepa impartirla. Al igual que hacer un curso de primeros auxilios no significa que seamos médicos. Un buen profesional conoce técnicas para superar las dificultades de aprendizaje que puedan aparecer.
  • Que el grupo de estudiantes no sea superior a los 4, para que nuestros hijos tengan una enseñanza personalizada.
  • Que no se mezclen, en la misma hora estudiantes de niveles y/o asignaturas diferentes. Si nuestros hijos tienen dificultades para comprender ciertas materias, difícilmente las van a superar si andan mezclados con estudiantes de niveles diferentes al suyo. 
  • Que el espacio en donde se impartan las clases sea cómodo, que esté bien iluminado y alejado de ruidos de la calle.

Si tu hijo precisa ayuda, no lo lleves al primero que encuentres. Seguramente no le ofrecerías comida de cualquier lugar. ¿Entonces por qué poner su éxito o fracaso en manos de no profesionales? Tal vez sea preferible pagar un poco más por esa hora extra y garantizar que ese esfuerzo va a tener recompensa.


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