lunes, 17 de febrero de 2014

El Vino tinto: Un aliado de nuestra salud




El vino nació, allá por el año 5400 a.C., en los montes Zagros, región situada entre lo que hoy en día es Irán, Armenia y Georgia. Damos esa fecha porque la primera representación de vides cultivadas, aparece precisamente en una vasija en Hajii Firuz Tepe, poblado neolítico enclavado en la región anteriormente señalada. Aunque se supone que el vino tiene una antigüedad superior a 8000 años. De Zagros pasa a Grecia y posteriormente se extiende por el mundo antiguo acompañando a las legiones romanas. Hasta América llega de la mano de los españoles; o más concretamente de los religiosos españoles que arribaron a estas tierras a partir del 1492

Ya desde los primeros inicios, el vino fue considerado como una bebida que facilitaba la conexión con los dioses. Concepto que ha permanecido hasta nuestros días. No olvidemos que el cristianismo aún sigue utilizando el simbolismo divino de esta bebida, como sangre de Cristo.

Pero el vino es más que una bebida religiosa o social.  Hoy en día la ciencia ha demostrado los beneficios que el vino aporta a nuestra salud, siempre, claro está, que se tome con moderación. Hablamos, del vino tinto:

ü Anti grasa: El consumo de vino tinto activa un gen que impide la formación de células adiposas y contribuye a eliminar las ya existentes; según un reciente estudio publicado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts.

ü Bactericida: Investigadores italianos han demostrado que la ancestral costumbre mediterránea de tratar las infecciones bucales con enjuagues con vino, tiene una base científica. Algunos compuestos presentes en los caldos tintos, frenan el crecimiento de las bacterias causantes de las caries dentales y de las gingivitis.

ü Estimulante Cerebral: Numerosos estudios científicos ( más de 70) han demostrado que un consumo moderado de vino tinto mejora el funcionamiento cerebral y previene la demencia senil. Esto es  debido a la elevada concentración de anti-oxidantes presentes en él.

ü Gimnasio embotellado: El resveratrol, presente en la uva tinta, atenúa los efectos negativos de la vida sedentaria.

ü Fábrica de Felicidad: El consumo moderado de vino tinto estimula la producción de endorfinas, más conocidas como las hormonas de la felicidad.

ü Estimulante cardíaco: Una o dos copas diarias de vino tinto, durante las comidas, ayuda a elevar los niveles de colesterol bueno en sangre y, por lo tanto, reduce los riesgos de enfermedades cardiovasculares.

ü Reduce el riesgo de cáncer de próstata en hombres y de mama en mujeres: Consumir 7 copas de vino semanales (una diaria) reduce el riesgo de cáncer en hombres y mujeres.

ü Dieta saludable: Está demostrado que los aficionados al vino tienden a comprar alimentos más saludables y llevan una dieta más equilibrada que los consumidores de cerveza.

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