Ensaladas y vinos: ¿Como el perro y el gato?

El vinagre, como aderezo de las ensaladas, principalmente en el Mediterráneo, había asentado la tradición de que las ensaladas no se debían “maridar”, ya que el ácido acético no se consideraba compatible con el vino.

Hoy en día esos “usos y costumbres” tienden a desaparecer. ¿Los motivos? hoy podemos encontrar tanta variedad y tipos de vinagre, que resulta imposible no encontrar el adecuado.

·        Los vinagres con un punto de  dulzor, como los balsámicos de Módena o los Jerezanos,  son  muy apropiados para corregir la acidez.

·       Los vinagres que no proceden de la uva, como el de manzana, aportan suavidad , lo que nos permite maridar nuestras ensaladas con vinos ligeros.

      ·       En los vinagres de vino mono varietales, es decir, producidos de una variedad de uva en concretos, si añadimos a la vinagreta una pequeña cantidad de vino de la misma uva, conseguiremos un mayor equilibrio. 

¿Pero qué vino elijo?

Hoy en día  preparar una ensalada no es como hace años. Ahora disponemos de una enorme variedad de componentes, como hojas, brotes, germinados, hierbas, etc…

La hoja verde de la clásica ensalada busca el color y la textura de verduras, hortalizas y frutas, complementadas  por carnes, pescados, quesos, legumbres, pastas y frutos secos. Las combinaciones son, por tanto, interminables.

En general toda ensalada tiene un rasgo distintivo común: Su liviandad. En consecuencia, conviene descartar vinos tintos pesados,  con mucho cuerpo o larga crianza.

¿Qué vinos son los más adecuados?

• Para ensaladas verdes con destacada presencia de pescado o marisco, mejor servir vinos frescos y ligeros.
• La acidez de los tomates combina a la perfección con los vinos rosados. Los rosados también maridan bien con los embutidos y fiambres con los que acompañamos  a nuestras ensaladas.
• ¿Te encanta el vino tinto? Los tintos jóvenes y de corta crianza son una gran opción para ti. Eso sí, evita los tintos de taninos pronunciados ya que acentuarían el carácter vegetal de la ensalada.     
• Si vuestro aliño lleva salsa mahonesa o yogur, un  blanco Chardonnay con algo de crianza en madera, será el complemento perfecto.
•  Si la ensalada es de  hoja verde con fruta  cortada en cubos pequeños y aliñados con zumo de limón, un buen vino blanco  elaborado con uva Gewürztraminer  casará perfectamente con vuestra ensalada.